Terapia Adultos

La edad adulta es la etapa más larga de nuestro desarrollo y también el periodo de desarrollo máximo de nuestras capacidades. Se supone que es la más estable tanto física, psicológica y emocionalmente y donde se goza de mayor conocimiento propio. Sin embargo, a veces esto parece un espejismo ya que como en cualquier otra etapa, también pueden aparecer problemas y conflictos que generan gran malestar y sufrimiento.

En estos casos, a diferencia de los niños, que no poseen las estrategias ni la experiencia necesaria  los adultos ponen todos sus esfuerzos en practicar diferentes soluciones y en muchas ocasiones funcionan pero en otras no. La dificultad de encontrar por sí mismos las soluciones adecuadas o de aceptar determinadas circunstancias suele ser una de las principales razones que lleva a consultar con el psicólogo y los motivos que generan los problemas pueden ser muy diversos. La labor del Psicólogo no sólo está reservada para el tratamiento de los trastornos psicológicos sino que puede ser útil en momentos de crisis o para recuperar el equilibrio y el bienestar.

Entre los motivos para acudir a un psicólogo destacan:

  • Determinados eventos estresantes como muertes, divorcios o cambios de vida importante
  • El propio autoconocimiento de nuestras reacciones y formas de comportamiento, lo que permite ampliar la visión de uno mismo y permite afrontar de forma más eficaz los problemas.
  • Conflictos internos, dilemas morales o soluciones dolorosas donde nos encontramos bloqueados en la toma de decisiones
  • Crisis vitales o existenciales, en las que podemos sentir caos, insatisfacción, pérdida del sentido de la vida, etc
  • Síntomas intensos que interfieren en las relaciones sociales, familiares, de pareja y el ocio y el trabajo.

Dentro de los trastornos psicológicos que destacan en la edad adulta encontramos:

  • TRASTORNOS DEL ESTADO DE ANIMO

    Trastorno depresivo mayor 

    Todos pasamos en algún momento y ante determinadas circunstancias momento de abatimiento y tristeza pero que van difuminándose con el tiempo. Sin embargo en algunas personas estos sentimientos  se alargan en el tiempo generando un trastorno depresivo.

    La depresión se halla entre los trastornos más frecuentes, siendo su incidencia de 16 a  20% y  afectando más a las mujeres que a los hombres. Las depresiones pueden desarrollarse a cualquier edad, pero es más común que la primera depresión aparezca entre los 18 y los 25 años.

    Se trata de un comportamiento complejo en el que la persona se siente abrumada por la tristeza, pierde el interés en las actividades, se siente incapacaz de experimentar placer en actividades de las que antes disfrutaba, se sienten muy cansados, apáticos y llegan al extremo de ser incapaces de tomar decisiones sencillas.

    Los criterios diagnósticos para la depresión son:

    Durante un período de al menos 2 semanas, se presenta estado de ánimo depresivo y/o  pérdida de interés de la capacidad para el placer junto con alguno de los siguientes síntomas:.

    – Pérdida importante de peso sin hacer régimen o aumento de peso o pérdida o aumento del apetito casi cada día.
    – Insomnio o hipersomnia casi cada día
    – Agitación o enlentecimiento psicomotores casi cada día (observable por los demás, no meras sensaciones de inquietud o de estar enlentecido)
    – Fatiga o pérdida de energía casi cada día
    – Sentimientos de inutilidad o de culpa excesivos o inapropiados
    – Disminución de la capacidad para pensar o concentrarse, o indecisión, casi cada día.
    – Pensamientos recurrentes de muerte (no sólo temor a la muerte), ideación suicida recurrente sin un plan específico o una tentativa de suicidio o un plan específico para suicidarse

    Trastorno bipolar 

    El trastorno bipolar afecta por igual a hombres y mujeres, y generalmente comienza entre los 15 y 25 años. La causa exacta se desconoce, pero se presenta con mayor frecuencia en parientes de personas que padecen dicho trastorno

    Dentro de los trastornos bipolares encontramos dos tipos:

    – Bipolar I: Presencia de episodios maniacos con o sin presencia de episodios depresivos o hipomaniacos.
    – Bipolar II: Presencia de episodios hipomaniacos y  episodios depresivos sin que existan episodios maniacos.  

    Los criterios para el episodio maníaco son:

    Se caracteriza por un un período diferenciado de un estado de ánimo anormal y persistentemente elevado, expansivo o irritable, que dura al menos 1 semana (o cualquier duración si es necesaria la hospitalización) acompañado de tres o mas de los siguientes síntomas:

    1.- autoestima exagerada o grandiosidad
    2.- disminución de la necesidad de dormir 3. más hablador de lo habitual o verborreico
    3.- fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado
    4.- distraibilidad
    5.- aumento de la actividad
    6.- implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves 

    Los criterios para un episodio hipomaniaco son:

    Un episodio hipomaniaco tiene las mismas características de un episodio maniaco excepto por la duración y porque la sintomatología resulta más atenuada.

    Consiste en un período diferenciado durante el que el estado de ánimo es persistentemente elevado, expansivo o irritable durante al menos 4 días y que es claramente diferente del estado de ánimo habitual acompañado de tres o más de:

    1.- autoestima exagerada o grandiosidad
    2.- disminución de la necesidad de dormir (p. ej., se siente descansado tras sólo 3 horas de sueño)
    3.- más hablador de lo habitual o verborreico
    4.- fuga de ideas o experiencia subjetiva de que el pensamiento está acelerado
    5.- distraibilidad (p. ej., la atención se desvía demasiado fácilmente hacia estímulos externos banales o irrelevantes)
    6.- aumento de la actividad intencionada (ya sea socialmente, en el trabajo o los estudios o sexualmente) o agitación psicomotora
    7.- implicación excesiva en actividades placenteras que tienen un alto potencial para producir consecuencias graves (p. ej., enzarzarse en compras irrefrenables, indiscreciones sexuales o inversiones económicas alocadas)

  • TRASTORNOS ANSIEDAD

    La ansiedad es un estado emocional en el que las personas se sienten inquietas, aprensivas o temerosas. Las personas experimentan ansiedad frente a situaciones que no pueden controlar o predecir, o sobre situaciones que parecen amenazantes o peligrosas .Es importante entender la ansiedad como una sensación o un estado emocional normal ante determinadas situaciones y que constituye una respuesta habitual a diferentes situaciones cotidianas estresantes. Así, cierto grado de ansiedad es incluso deseable para el manejo normal de las exigencias del día a día. Tan sólo cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa de la persona, es cuando la ansiedad se convierte en patológica, provocando malestar significativo con síntomas que afectan tanto al plano físico, como al psicológico y conductual.

    Dentro de los trastornos de ansiedad encontramos:

    Crisis de angustia

    Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 min:

    – Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardíaca
    – Sudoración
    – Temblores o sacudidas
    – Sensación de ahogo o falta de aliento
    – Sensación de atragantarse
    – Opresión o malestar torácico
    – Náuseas o molestias abdominales
    – Inestabilidad, mareo o desmayo
    – Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (estar separado de uno mismo)
    – Miedo a perder el control o volverse loco
    – Miedo a morir
    – Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
    – Escalofríos o sofocaciones

    Agorafobia

    Consiste en la  aparición de ansiedad al encontrarse en lugares o situaciones donde escapar puede resultar difícil (o embarazoso) o donde, en el caso de aparecer una crisis de angustia o bien síntomas similares a la angustia, puede no disponerse de ayuda. Los temores agorafóbicos suelen estar relacionados con un conjunto de situaciones características, entre las que se incluyen estar solo fuera de casa; mezclarse con la gente o hacer cola; pasar por un puente, o viajar en autobús, tren o automóvil.  Estas situaciones se evitan (p. ej., se limita el número de viajes), se resisten a costa de un malestar o ansiedad o se hace indispensable la presencia de un conocido para soportarlas

    Fobia específica 

    Se caracteriza por:

    – Un temor acusado y persistente que es excesivo o irracional, desencadenado por la presencia o anticipación de un objeto o situación específicos (p. ej., volar, precipicios, animales, administración de inyecciones, visión de sangre).
    – La exposición al estímulo fóbico provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad.
    – La persona reconoce que este miedo es excesivo o irracional.
    – Las situaciones fóbicas se evitan o se soportan a costa de una intensa ansiedad o malestar.
    – Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar provocados por la(s) situación(es) temida(s) interfieren acusadamente con la rutina normal de la persona, con las relaciones laborales (o académicas) o sociales, o bien provocan un malestar clínicamente significativo.

    Fobia social 

    – Temor acusado y persistente por una o más situaciones sociales o actuaciones en público en las que el sujeto se ve expuesto a personas que no pertenecen al ámbito familiar o a la posible evaluación por parte de los demás. El individuo teme actuar de un modo que sea humillante o embarazoso.
    – La exposición a las situaciones sociales temidas provoca casi invariablemente una respuesta inmediata de ansiedad
    – El individuo reconoce que este temor es excesivo o irracional.
    – Las situaciones sociales o actuaciones en público temidas se evitan o bien se experimentan con ansiedad o malestar intensos.
    – Los comportamientos de evitación, la anticipación ansiosa, o el malestar que aparece en las situaciones sociales o actuaciones en público temidas interfieren acusadamente con la rutina normal del individuo, con sus relaciones laborales, académicas o sociales, o bien producen un malestar clínicamente significativo.

     Trastorno obsesivo-compulsivo

    Las obsesiones se definen como:

    – Pensamientos, impulsos o imágenes recurrentes y persistentes que se experimentan en algún momento del trastorno como intrusos e inapropiados, y causan ansiedad o malestar significativos
    – Los pensamientos, impulsos o imágenes no se reducen a simples preocupaciones excesivas sobre problemas de la vida real
    – La persona intenta ignorar o suprimir estos pensamientos, impulsos o imágenes, o bien intenta neutralizarlos mediante otros pensamientos o actos
    – La persona reconoce que estos pensamientos, impulsos o imágenes obsesivos son el producto de su mente.

    Las compulsiones se definen como:

    – Comportamientos (p. ej., lavado de manos, comprobaciones) o actos mentales (p. ej., rezar, contar) de carácter repetitivo, que el individuo se ve obligado a realizar en respuesta a una obsesión o con arreglo a ciertas reglas que debe seguir estrictamente
    – El objetivo de estos comportamientos u operaciones mentales es la prevención o reducción del malestar o la prevención de algún acontecimiento o situación negativos; sin embargo, estos comportamientos u operaciones mentales o bien no están conectados de forma realista con aquello que pretenden neutralizar o prevenir o bien resultan claramente excesivos
    – En algún momento del curso del trastorno la persona ha reconocido que estas obsesiones o compulsiones resultan excesivas o irracionales. Nota: Este punto no es aplicable en los niños.
    – Las obsesiones o compulsiones provocan un malestar clínico significativo, representan una pérdida de tiempo (suponen más de 1 hora al día) o interfieren marcadamente con la rutina diaria del individuo, sus relaciones laborales (o académicas) o su vida social.

    Trastorno por estrés postraumático

    La persona ha estado expuesta a un acontecimiento traumático en el que:

    1.- la persona ha experimentado, presenciado o le han explicado acontecimientos caracterizados por muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás
    2.- la persona ha respondido con un temor, una desesperanza o un horror intensos

    además se presentan diferentes síntomas durante al menos 1 mes  entre los que encontramos:

    – El acontecimiento traumático es reexperimentado persistentemente a través de:

    1.- Recuerdos recurrentes e intrusivos
    2.- Sueños sobre el acontecimiento que producen malestar
    3.- Flashback o malestar intenso ante la exposición al acontecimiento traumatico.

    – Evitación persistente de estímulos asociados al trauma y embotamiento de la reactividad general del individuo (ausente antes del trauma):

    1.- Esfuerzos para evitar pensamientos, sentimientos o conversaciones sobre el suceso traumático
    2.- Esfuerzos para evitar actividades, lugares o personas que motivan recuerdos del trauma
    3.- Incapacidad para recordar un aspecto importante del trauma
    4.- Reducción acusada del interés o la participación en actividades significativas
    5.- Sensación de desapego o enajenación frente a los demás
    6.- Restricción de la vida afectiva (p. ej., incapacidad para tener sentimientos de amor)
    7.- Sensación de un futuro desolador (p. ej., no espera obtener un empleo, casarse, formar una familia o, en definitiva, llevar una vida normal)

    – Síntomas persistentes de aumento de la activación como

    1.- dificultades para conciliar o mantener el sueño
    2.- irritabilidad o ataques de ira
    3.- dificultades para concentrarse
    4.- hipervigilancia
    5.- respuestas exageradas de sobresalto

    Trastorno por estrés agudo

    Los síntomas son similares al trastorno de estrés postraumático pero se diferencia en que dentro de los síntomas pueden darse síntomas disociativos como desrealizacion, despersonalización o amnesia y que la duración no puede ser mayor de 1 mes.

    Trastorno de ansiedad generalizada 

    Ansiedad y preocupación excesivas  sobre una amplia gama de acontecimientos o actividades como el rendimiento laboral o escolar, que se prolongan más de 6 meses. Al individuo le resulta difícil controlar este estado de constante preocupación y se asocia a varios síntomas entre los que encontramos:

    – inquietud o impaciencia
    – fatigabilidad fácil
    – dificultad para concentrarse o tener la mente en blanco
    – irritabilidad
    – tensión muscular
    – alteraciones del sueño (dificultad para conciliar o mantener el sueño, o sensación al despertarse de sueño no reparador)

  • TRASTORNOS DEL SUEÑO

    Insomnio primario 

     El síntoma predominante es la dificultad para iniciar o mantener el sueño, o no tener un sueño reparador, durante al menos 1 mes que provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. 

    Hipersomnia primaria 

     El motivo principal de consulta es la presencia de somnolencia excesiva como mínimo durante 1 mes. Esto se demuestra a través de episodios prolongados de sueño nocturno o episodios de sueño diurno que tienen lugar casi cada dia. La somnolencia excesiva provoca un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

     Narcolepsia 

     Ataques de sueño reparador irresistibles que aparecen diariamente durante un mínimo de 3 meses.

    Presencia de uno o ambos de los siguientes síntomas:

    1.- cataplejía (es decir, episodios breves y súbitos de pérdida bilateral del tono muscular, la mayoría de las veces en asociación con emociones intensas)
    2.- alucinaciones hipnagógicas o hipnopómpicas o las parálisis del sueño al principio o al final de los episodios de sueño.

    Trastorno del sueño relacionado con la respiración 

    Desestructuración del sueño que provoca somnolencia excesiva o insomnio y que se considera secundaria a una patología respiratoria relacionada con el sueño (p. ej., síndromes de apnea obstructiva del sueño o de apnea central del sueño o de hipoventilación alveolar central). 

    Trastorno del ritmo circadiano

    Presencia persistente o recurrente de un patrón de sueño desestructurado que obedece a una mala sincronización entre el sistema circadiano endógeno de sueño-vigilia del individuo, por una parte, y las exigencias exógenas de espaciamiento y duración del sueño, por otra.

    Las alteraciones del sueño provocan un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.

    Existen varios tipos entre los que encontramos:

    – Sueño retrasado: patrón de sueño persistente que consiste en acostarse y despertarse tarde, con incapacidad para conciliar el sueño y levantarse a horas más tempranas pese a desearlo.
    – Jet lag: somnolencia y estado de alerta presentes en momentos del día inadecuados, y que aparece después de repetidos viajes a zonas con diferente horario.
    – Cambios de turno de trabajo: insomnio que aparece durante las horas que el individuo debería dormir o somnolencia excesiva durante las horas en que debería estar despierto, debido a un turno de trabajo nocturno o a un cambio repetido del turno de trabajo.

  • TRASTORNOS DE ALIMENTACIÓN

    Anorexia

    1.- Rechazo a mantener el peso corporal igual o por encima del valor mínimo normal considerando la edad y la talla
    2.- Miedo intenso a ganar peso o a convertirse en obeso, incluso estando por debajo del peso normal.
    3.- Alteración de la percepción del peso o la silueta corporales, exageración de su importancia en la autoevaluación o negación del peligro que comporta el bajo peso corporal.
    4.- En las mujeres pospuberales, presencia de amenorrea; por ejemplo, ausencia de al menos tres ciclos menstruales consecutivos.

    Hay dos tipos:

    – Tipo restrictivo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo no recurre regularmente a atracones o a purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).
    – Tipo compulsivo/purgativo: durante el episodio de anorexia nerviosa, el individuo recurre regularmente a atracones o purgas (p. ej., provocación del vómito o uso excesivo de laxantes, diuréticos o enemas).

    Bulimia

    Presencia de atracones recurrentes junto con conductas compensatorias inapropiadas con el fin de no ganar peso (provocación del vómito; uso excesivo de laxantes, diuréticos, enemas u otros fármacos; ayuno, y ejercicio excesivo) durante al menos 3 meses dándose dos veces por semana. Además, la autoevaluación está exageradamente influida por el peso y la silueta corporales

    Un atracón se caracteriza por:

    1.- ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias
    2.- sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo)

    Hay dos tipos :

    – Tipo purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo se provoca regularmente el vómito o usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.
    – Tipo no purgativo: durante el episodio de bulimia nerviosa, el individuo emplea otras conductas compensatorias inapropiadas, como el ayuno o el ejercicio intenso, pero no recurre regularmente a provocarse el vómito ni usa laxantes, diuréticos o enemas en exceso.

    Trastorno por atracón:

    1.- Presencia de atracones acompañados de alguno de los siguientes síntomas

    – Ingesta más rápida de lo normal
    – Comer hasta sentirse desagradablemente lleno
    – Comer grandes cantidades de comida a pesar de no tener hambre
    – Comer a solas y a escondidas
    – Sentirse a disgusto después del atracón

    2.- Ausencia de métodos compensatorios

    Un atracón se caracteriza por:

    1.- ingesta de alimento en un corto espacio de tiempo (p. ej., en un período de 2 horas) en cantidad superior a la que la mayoría de las personas ingerirían en un período de tiempo similar y en las mismas circunstancias
    2.- sensación de pérdida de control sobre la ingesta del alimento (p. ej., sensación de no poder parar de comer o no poder controlar el tipo o la cantidad de comida que se está ingiriendo)

  • TRASTORNOS ADAPTATIVOS

    Se caracteriza por  la aparición de síntomas emocionales o comportamentales en respuesta a un estresante identificable que tiene lugar dentro de los 3 meses siguientes a la presencia del estresante.

    Estos síntomas se expresan del siguiente modo:

    1.- malestar mayor de lo esperable en respuesta al estresante
    2.- deterioro significativo de la actividad social o laboral (o académica)
    3.- Los síntomas no responden a una reacción de duelo.

    Una vez ha cesado el estresante (o sus consecuencias), los síntomas no persisten más de 6 meses.

  • JUEGO PATOLÓGICO

    Comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente caracterizado por:

    – preocupación por el juego
    – necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitación deseado
    – fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego
    – inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego
    – el juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o para aliviar la disforia o malestar
    – después de perder dinero en el juego, se vuelve otro día para intentar recuperarlo se engaña a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicación con el juego
    – se cometen actos ilegales, como falsificación, fraude, robo, o abuso de confianza, para financiar el juego
    – se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo y oportunidades educativas o profesionales debido al juego
    – se confía en que los demás proporcionen dinero que alivie la desesperada situación financiera causada por el juego

¿Y qué objetivo persiguen las terapias psicológicas? El objetivo de la intervención psicológica depende en gran medida de la problemática presentada pero en general trata de definir los mecanismos y factores personales y ambientales que pueden relacionarse tanto en el origen como en el mantenimiento de los problemas así como de dotar a las personas de estrategias que favorezcan la adaptación personal y la reducción o eliminación del malestar. Además, la intervención psicológica es un proceso de acompañamiento, basado en la relación que se establece entre la persona que solicita la terapia y el profesional que le acompaña en la misma, de forma que ambos, terapeuta y paciente, forman un equipo dirigido a mejorar la problemática o conflicto presente asi como la calidad de vida del paciente a través de un cambio en su conducta, afectos, pensamientos o formas de interacción interpersonal.

Pedir ayuda nos quita un peso de encima que no deberíamos cargar porque seguramente existen caminos solo que aún no lo hemos encontrado, el trabajo con el psicólogo puede abrirnos nuevas perspectivas y descubrir entonces como queremos enfrentar la vida. Como decía Viktor Frankl “Todo puede serle arrebatado a un hombre, menos la última de las libertades humanas: el elegir su actitud en una serie dada de circunstancias, de elegir su propio camino. ¿No podemos cambiar la situación? Si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes ese sufrimiento

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